China todavía no está preparada para el uso masivo del diesel en sus medios de transporte, dada la escasa producción nacional de gasóleo y la pobre calidad de estos combustibles en el país, según varios expertos de la Asociación de Vehículos de Pasajeros de China
La introducción del diesel podría ayudar en los esfuerzos de Pekín por reducir la contaminación, pero "el desarrollo de coches que funcionan con gasóleo depende de un suministro abundante de diesel" , por ahora inexistente en China, dijo en un informe el analista de la asociación Cui Dongshu.
El especialista asegura que "la escasez (nacional) de diesel no ha mejorado, y está yendo a peor" .
Las refinerías chinas no se ven motivadas para producir gasóleo, temerosas de las pérdidas en un momento en que los precios mundiales del petróleo están cerca de récords históricos al alza, mientras el de la gasolina y el diesel están estrictamente controlados por el Gobierno.
Con todo, la demanda está aumentando en China a pesar de la limitada producción de diesel en el país, que el año pasado fue de unas 125 millones de toneladas, y que se espera que aumente hasta 140 millones de toneladas en 2010.
La demanda actual viene tanto de la agricultura, la generación de energía y el transporte ferroviario como de un cada vez mayor número de camionetas y otros vehículos comerciales.
En 2007 los vehículos comerciales en el país superaban los 10,27 millones de unidades, cerca del 25 por ciento del parque automovilístico total, por lo que es probable que no se fomente su uso por el momento, para evitar una demanda excesiva sobre el limitado suministro de gasóleo.
Tampoco ayudan a su implantación la mala calidad del diesel fabricado en China, al que se suele culpar de dañar los motores y emitir más dióxido de carbono de lo que debería, ni la carencia actual de incentivos fiscales para el consumo del gasóleo.
Hasta la fecha, más del 99 por ciento de los vehículos vendidos en China funcionan con gasolina, y menos del uno por ciento lo hacen con diesel y otros combustibles.